El fracaso del proyecto de geoingeniería solar de Harvard y la durabilidad de las plantas nucleares

En una reunión en marzo de 2017 en Washington, DC, dos profesores de Harvard, David Keith y Frank Keutsch, presentaron planes para llevar a cabo lo que habría sido el primer experimento de geoingeniería solar en la estratosfera.La idea detrás de la geoingeniería solar es que al dispersar ciertas partículas en la alta atmósfera, se podría reflejar parte de la luz solar de vuelta al espacio como medida para contrarrestar el cambio climático. Sin embargo, críticos han señalado que intervenir de esta manera en el sistema climático global es demasiado arriesgado para realizarlo en la práctica.

El experimento, que involucraba un solo globo pequeño, encapsuló todos estos temores y resultó ser más complicado de lo que los investigadores estaban dispuestos a manejar. El mes pasado, una década después de la propuesta inicial, Harvard anunció oficialmente la cancelación del proyecto. Entonces, ¿qué salió mal? ¿Y qué enseña este fracaso sobre la libertad de los investigadores para explorar un tema tan polémico?

El aumento en la longevidad de las centrales nucleares

La edad promedio de los reactores de las plantas nucleares en todo el mundo está en aumento. En Estados Unidos, que tiene la mayor cantidad de reactores en funcionamiento a nivel global, el reactor típico tiene 42 años de antigüedad. Casi el 90% de los reactores en Europa han estado operativos durante 30 años o más.

Los reactores más antiguos, especialmente los más pequeños, han sido cerrados en masa debido a presiones económicas, especialmente en áreas donde existen otras opciones rentables de generación energética, como el gas natural. Sin embargo, muchos de estos reactores nucleares más antiguos podrían tener todavía una vida útil considerable por delante.